Si queremos comenzar bien este otoño, sería beneficioso que dedicásemos unos minutos al día, durante la primera semana para preparar las bases de la rentrée.
¿Y esto, cómo se hace?
No te asustes, no necesitas comprar nada ni irte a ningún lugar especial. Todo lo que te va a servir, ya está dentro de ti. Solo necesitas dedicarte un tiempo, en soledad, para conectar con tus fortalezas, volver a encontrar tu equilibrio y convertir a tu mente en la mejor aliada para afrontar con éxito los retos del próximo curso. Aunque hayamos crecido, tenemos tan interiorizado el curso escolar, que para la mayoría de las personas adultas, el año comienza en septiembre y no en enero. Después de las vacaciones, parece que estamos renovados, con fuerza y ganas de emprender nuevas aventuras. En este momento, sabemos que, en ocasiones, nuestro cerebro inyectado de adrenalina nos empuja y anima, destacando nuestras aptitudes y fortalezas; otras, en cambio, nos hunde en la miseria de una vida sin sentido, repetitiva, monótona y absolutamente aburrida e insoportable.
Si, en tu caso, ya te sientes con ganas y energía para comenzar la nueva temporada, mi consejo es que investigues qué acontecimientos han contribuido a que te sientas así. Aprender lo que nos sienta bien y nos permite vivir felices y en armonía con nuestro entorno es la primera lección que tenemos que aprender de la vida, ya que de este modo, siempre podremos retomar los hábitos saludables de pensamiento, alimentación, relaciones sanas, etc. que nos permitan superar los baches de un mal día y recuperar nuestra homeostasis.
Si por el contrario, este otoño te sientes PLOF, no te dejes llevar por esos sentimientos. Lo primero que has de recordar es que SON PASAJEROS; lo segundo, que tú, no tienes control sobre los acontecimientos externos, pero sí lo tienes de tus pensamientos. Parece poca cosa, pero no te creas, el primer paso no te lleva donde quieres ir, pero te saca de donde estás. Es decir, un pensamiento posibilitador, no te va a cambiar la vida, pero te dará otra perspectiva que te permitirá avanzar.
Para empezar a entrenar tu mente y salir del agujero, el secreto es conocerse un poco mejor. Recuerda el aforismo griego inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos, ampliamente difundido por Platón, que dice "Conocete a ti mismo". Es una recomendación para que averiguemos la condición, defectos y cualidades de uno mismo. Esto te va a permitir actuar con honestidad contigo mismo y con los demás. Esta reflexión hará que dejes de culpar a otros por tus fracasos y tomes las riendas de tu propia vida.
Como punto de partida, y ya mencionado en otros posts, te recomiendo hacer el test "Cuaderno VIA de 24 fortalezas" creado por el equipo del Dr. Seligman en la Universidad de Pensilvania. Primero tienes que registrarte de una forma muy sencilla y luego pinchar en Cuestionarios. Allí, además del test mencionado podrás hacer, en español, otros relacionados con escalas de bienestar, felicidad y satidfacción con la vida. Cuando termines el test (que es un poco largo, si) obtendrás un informe con tus cinco fortalezas más destacadas. Si no sabes inglés puedes traducir tu documento con google.
Imagina que tu mente es como una casa. Tienes que actuar como si fueras un arquitecto y un decorador de interiores, a la vez. Las fortalezas serán los cimientos en los que se van a apoyar el resto de tus capacidades cognitivas, tus habilidades y otros recursos y herramientas que vas a necesitar para que tu vida fluya sin demasiados tropiezos. Usando tus fortalezas cada día, en todo aquello que acontezca, vas a sentir que tu vida se vuelve más significativa, con más sentido. Vas a disponer de más posibilidades de sentirte realizado, y como consecuencia, más feliz. Construye unos sólidos muros de sabiduría y conocimiento, así guiarás tus pasos firmemente y de manera creativa. Haz grandes ventanales para que puedas ser curioso y no dejar de aprender. Que tus techos sean altos, que se note la apertura mental. En tu mente cabe todo: lo bueno y lo malo. Pon tu atención en aquello que te beneficia y aprende de lo malo para que puedas archivarlo y no te haga sufrir. Basta con reconocerlo y saber que está ahí, pero no lo alimentes demasiado, si no, podría crecer. Elige bien donde pones tu atención y sé valiente. Después puedes pasar a la decoración. Elige colores claros que te den vitalidad y entusiasmo. Coloca sillones en todos los rincones para que puedas sentarte en diferentes ángulos y observar con perspectiva. Decídete por usar materiales nobles como la madera, creando habitaciones auténticas que reflejen tu verdadero yo. No olvides colocar un gran calendario, te ayudará a ser perseverante y a recordar los compromisos contigo mismo y con los demás. ¿Qué tal si ponemos un sofá de moderación, donde puedas tumbarte y tomarte un tiempo para procesar las cosas antes de actuar. Tápate con la mantita y espera. Está bien practicar la prudencia. Te darás cuenta de que algunas cosas se resuelven solas y otras, pasado un tiempo, se ven más sencillas. ¿No te parece que te brindarían confort unos cojines de cierto optimismo y esperanza? ¿Y si pones un espejo de aceptación, cerca de la entrada? Algunas circunstancias están fuera de nuestro control, es importante darse cuenta pronto de ese detalle, ya que evita mucho sufrimiento. Pon unas livianas cortinas, que dejen pasar la luz, pero que impidan que los comentarios o críticas de los demás lleguen a tu interior de forma destructiva. Después, puedes dejarlos pasar de uno en uno y analizar su autenticidad. Llena tu armario de sentido de la justicia, así podrás entrar y salir de tu casa sintiendote protagonista y lider de tu propia vida y serás respetuoso y justo con el resto de las personas.
Ahora ya tienes unas pistas para conseguir una mente sana y vigorosa. Una pizca de meditación diaria te ayudará a ponerte en acción. Tienes muchas sugerencias en el blog.
Cuéntame cómo te va. Estoy disponible en info.metodolosias@gmail.com
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