Tess está feliz. Estrenar un amor es siempre una experiencia única, explosiva y atrayente. Una vez atrapados, disfrutarlo hasta sus últimos besos será una tarea, placentera en su mayor parte, pues el amor, una vez conquistado, debe ser mimado para que fluya y crezca.
Hemos crecido, ya no amamos porque nos aman, como el amor infantil. El amor maduro
obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo
porque lo necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo.
E. Fromm decía que mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar. Yo te animo Tess, y a mis otras queridas amigas también, a no tener miedo a enamorarse, a dejarse mecer por la vida y aceptar todo lo bueno que nos ofrece. Y que absolutamente merecéis, porque todas sois auténticos diamantes. Brilláis de forma natural, sin artificios, con frescura y espontaneidad. Y es esa forma tan auténtica de ser que tenéis, la que os debe sostener y procurar la energía necesaria para alcanzar todo vuestro potencial.
Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus
semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica o un
egoismo ampliado. No caeremos ahí. Haremos que nuestro amor y felicidad contagie a todo el mundo. En contraste con la unión simbiótica, el amor maduro significa unión a
condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad. Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual
es, no como yo necesito que sea, como un objeto para mi uso. Es obvio
que el respeto sólo es posible si yo he alcanzado independencia; si
puedo caminar sin muletas, sin tener que dominar ni explotar a nadie.
Ahora, ten cuidado con la envidia, los celos, la ambición, todo tipo de avidez, pues son pasiones:
el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que sólo puede
realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión.
Según E. Fromm, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado. Si te pasa Tess, disfruta... pues cuando dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada
vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus
desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda
quedar de la excitación inicial.
Gracias Fromm
0 Comentarios